9788499500737
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El hecho de sufrir una enfermedad declarada incurable por los médicos más eminentes de la época, junto a su voluntad de curarse a sí mismo, sirvieron para despertar en él un espíritu indomable que le llevaron a tener éxito en su curación y a ayudar a otras personas desafortunadas a recuperar su salud.
“Toda enfermedad, no importa con que nombre sea conocida por la ciencia médica, es una CONSTIPACIÓN: un atascamiento de todo el sistema tubular del cuerpo humano.
Cualquier síntoma especial es, por lo tanto, meramente una extraordinaria constipación local...".Arnold Ehret
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SISTEMA CURATIVO POR DIETA AMUCOSA
El hecho de sufrir una enfermedad declarada incurable por los médicos más eminentes de la época, junto a su voluntad de curarse a sí mismo, sirvieron para despertar en él un espíritu indomable que le llevaron a tener éxito en su curación y a ayudar a otras personas desafortunadas a recuperar su salud.
“Toda enfermedad, no importa con que nombre sea conocida por la ciencia médica, es una CONSTIPACIÓN: un atascamiento de todo el sistema tubular del cuerpo humano.
Cualquier síntoma especial es, por lo tanto, meramente una extraordinaria constipación local...".Arnold Ehret
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Formato | Rústica |
Publicación | 2014 |
Medida | 17 x 24 x .7 |
Peso | 0.210 |
Páginas | 96 |
Autor | Arnold Ehret |
Editorial | E.L.A. |
SISTEMA CURATIVO POR DIETA AMUCOSA
“Toda enfermedad, no importa con que nombre sea conocida por la ciencia médica, es una CONSTIPACIÓN: un atascamiento de todo el sistema tubular del cuerpo humano.
Cualquier síntoma especial es, por lo tanto, meramente una extraordinaria constipación local, por mayor acumulación de mucus en ese lugar determinado.
Son puntos de acumulación: la lengua, el estómago y particularmente todo tracto digestivo. Este último es la causa más real y profunda de la constipación intestinal.
Un individuo, por término medio, tiene alrededor de cinco kilos de heces sin eliminar, que envenenan continuamente su torrente sanguíneo y todo su sistema. ¡Piense sobre esto!”Arnold Ehret
El hecho de sufrir una enfermedad declarada incurable por los médicos más eminentes de la época, junto a su voluntad de curarse a sí mismo, sirvieron para despertar en él un espíritu indomable que le llevaron a tener éxito en su curación y a ayudar a otras personas desafortunadas a recuperar su salud.