Todos nos asustamos a veces. Se nos acelera el corazón, la respiración se nos agita y las manos y los pies se nos quedan como témpanos: estas manifestaciones físicas del miedo son una respuesta normal a las situaciones que nos hacen sentir amenazados. Estos momentos de pánico pueden hacer que pierdas la seguridad en ti mismo y la serenidad. Por suerte...