Nuestra sociedad nos ha educado a depender de la mente para alcanzar nuestra verdadera realización personal. Sin embargo, nuestra mente es nuestra esclavitud, la fuente de todas nuestras frustraciones, inseguridades y miedos. Cuando no ponemos nuestro corazón en cada uno de los ámbitos de nuestra vida, cuando sólo hay intelecto, ésta se vuelve insípida.
La experiencia de lo Divino constituye la base litúrgica de cualquier doctrina religiosa que profese la vuelta a una unidad mayor, a ese principio creador aclamado con ritos establecidos por los grandes iniciados de la humanidad. "El último rito" es pura poesía que canta al alma, sintetiza la búsqueda incansable de nosotros mismos, el viaje que la mente...