Los trastornos del espectro autista se detectan, diagnostican y tratan en España muy tardíamente (entre los 4 y 5 años). Este hecho tiene graves consecuencias para el niño y su familia, ya que a partir de los tres años, que es cuando el trastorno se interioriza y empieza a formar parte de su personalidad, los tratamientos son más costosos, más intensivos...