Se debe a E. Canseliet, el mérito de haber rescatado esta edición original de la Rochelle que nos permite apreciar las sutilezas artísticas de su simbolismo. Con los comentarios de Canseliet a las quince láminas del Mutus Liber.
Canseliet, pupilo de Fulcanelli, pronto, en la más estrecha intimidad con el Maestro, participa en sus experiencias, principalmente en la resolución del enigma del Vaso Filosofal: estas investigaciones abocaron a la famosa transmutación de 1921. El resultado de su propia experimentación y estudio es condensado en esta obra profusamente ilustrada.