Según el doctor Hamer, la enfermedad consiste en la respuesta biológicamente apropiada de nuestro cerebro frente a un gran sobresalto, y forma parte del mecanismo de supervivencia de la especie. Cuando se resuelve la situación, el cerebro invierte la orden que ha dado, y el individuo pasa a una fase de recuperación.
La contaminación, el estrés, los malos hábitos alimentarios y la vida caótica se acumulan en nuestro cuerpo en forma de toxinas y parásitos que se traducen en una larga serie de dolencias físicas, cuyas causas se vuelven difíciles de rastrear. Cuando se limpian el hígado, los riñones, los intestinos, los pulmones, la sangre, el estómago, la vida se vuelve...