Si la filosofía química contara con un imaginable Senado Universal de Adeptos, no cabe la menor duda de que el catalán Ramon Llull debería presidirlo, por tradición y aclamación unánime. Nadie como él supo mostrar la profundidad de la Ciencia Hermética, ni nadie supo suscitar durante tantos siglos la admiración de los Hijos del Arte. Y de entre todas sus...