Luís A. no es un personaje de ficción, sino un ser de carne y hueso, aunque, eso sí, quiere permanecer en el anonimato. Este libro narra su vida desde su ya lejana infancia en la Argentina hasta los acontecimientos que le llevaron a las puertas de Francia, donde actualmente vive. Muy pronto dejó la casa paterna en Córdoba, al pie de la Sierra Grande.