En el año de 1996, al intentar meditar con Los ángeles por primera vez, recibí un mensaje en mi oído derecho, con voz grave, fuerte y clara: "Para escuchar a tus ángeles no utilices Los oídos, ESCUCHA CON TU CORAZÓN". Ocho años más tarde, esta frase dio pie a mi primer curso de ángeles y, muchos años después, a mi primer libro.Escuchar con el corazón...