Si el terapeuta en lugar de querer ser médico aprende a ser terapeuta, si en lugar de pensar en prescribir síntomas, se asume como transmisor de luz, si en lugar de soñar que él es el timón del proceso terapéutico, se relaja y se entrega a cumplir humildemente el mandato de su alma, que lo ha llevado al lugar donde está, a hacer lo que debe hacer, que es...