Cuando se practica con respeto a los demás y a uno mismo, el masaje favorece el equilibrio del cuerpo, del alma y del espíritu, pudiendo corresponder a tres tipos de sensibilidad: sensorial, sensual y sexual. El primero significa un espíritu abierto y una buena actitud interior y su motivación es la ternura, el segundo provoca una gran euforia, y el...