Nuestras abuelas siempre tenían a mano un bote de bicarbonato de sodio, un producto multiusos al que consideraban totalmente seguro y muy eficaz. El precioso polvo blanco se usaba como levadura en la repostería, para lavar la fruta y la verdura, en casos de indigestión y de ardor de estómago, resultaba ideal para desinfectar la ropa y limpiar la cocina y...