VER PRIMERAS PAGINAS Es verdad: es algo lamentable desperdiciar la mente. A pesar de ello, eso es lo que hacemos cuando desperdiciamos el fin de semana (y nuestras neuronas) reviviendo una pelea en el trabajo, pasamos el tiempo, durante una visita a la familia, dándole vueltas a asuntos que sucedieron en nuestra niñez, o dedicamos horas a torturarnos...